lunes, 14 de noviembre de 2016

FRIDA KAHLO: LA HISTORIA DETRÁS DE ESAS EXTRAÑAS PINTURAS


1. Las dos Fridas -1939


Poco después de su divorcio de Diego Rivera, Frida completó este autorretrato de dos diferentes personalidades. En su diario, Frida escribe que el origen de este cuadro está en sus recuerdos de un amigo imaginario de la niñez. Más tarde, ella admitió que refleja las emociones que rodearon a su separación y crisis marital. A la derecha, la parte de su persona que era respetada y amada por Diego es la Frida mexicana vestida de tehuana. En su mano sostiene un amuleto con el retrato de Diego cuando era un niño. A la izquierda, una Frida bastante más europea con un vestido victoriano de boda de encaje blanco, la Frida que Diego abandonó. Los corazones de las dos mujeres están a la vista, un símbolo que Frida usaba a menudo para expresar su dolor. El corazón de la Frida desdeñada está roto, mientras que el de la otra Frida está entero. Del amuleto que Frida sostiene sale una vena que viaja a través del corazón de las dos mujeres y es finalmente cortado por las tijeras quirúrgicas que están en el regazo de la Frida desdeñada. Desesperada, Frida trata de parar el flujo de sangre que viene de Diego, pero sigue goteando…Frida está en peligro de desangrarse. El cielo tormentoso, lleno de nubes agitadas podría reflejar el caos interno de Frida. Sujetando su propia mano, ella es su única compañera.

En 1947, este cuadro fue comprado por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México. E precio de compra fue de 4.000 pesos ($1,000 USD) por la pintura y 36 pesos adicionales por el marco. Esta fue la cifra más alta pagada a Frida por uno de sus trabajos durante toda su vida.

Una reproducción de esta pintura se exhibe en el Museo Frida Kahlo en Coyoacán, México

                                                                                                                           
2. La columna rota -1944





Este autorretrato es un gran contraste con otros autorretratos de Frida ya que ella se pintó sola… no monos, no gatos, no pericos y no fondo de hojas protectoras y plantas En lugar de eso, Frida está sola, llorando en una vasta llanura bajo un cielo tormentoso. Quizás es su manera de decir que tiene que manejar su dolor físico y emocional por sí misma.

En 1944, cuando Frida pintó este autorretrato, su salud se había deteriorado hasta el punto de tener que llevar un corsé de acero para sujetar su columna vertebral durante cinco meses. Lo describió como un "castigo". Las correas del corsé parecen ser lo único que aguanta el cuerpo roto de la artista en una pieza y erecto. Una columna jónica, rota en varias partes, representa su columna dañada. La dramática abertura en su cuerpo y las fisuras del seco paisaje se convierten en símbolos del dolor y la soledad de la artista. Este sentimiento se ve acentuado por el poderoso símbolo de los clavos atravesando su cara y cuerpo. El clavo más largo agujereando su corazón indica la fuente del dolor emocional causado por Diego.

Cuando Arturo Garcia Bustos, un estudiante de arte y amigo de Frida durante mucho tiempo, vio el cuadro acabado, estaba terriblemente angustiado por el mensaje que ofrecía. Aunque el cuadro es obviamente un reflejo de su estado emocional y físico actual en ese momento, tambien lleva un mensaje humorístico. "Tienes que reirte de la vida..." Frida dijo. "Mira los ojos muy de cerca... las pupilas son palomas de la paz. Esta es mi bromita sobre el dolor y el sufrimiento..."


Frida originalmente se pintó completamente desnuda pero más tarde decidió que el desnudo integral distraía del tema central y foco del cuadro.


3. Autorretrato con Collar de Espinas- 1940 



En este retrato, Frida se pinta a si misma de frente para realzar su presencia. Ha estirado la corona de espinas de Cristo y la lleva como un collar, presentándose como una mártir cristiana. Las espinas que se hunden en su cuello son símbolos del dolor que todavía siente debido al divorcio de Diego. Colgando del collar de espinas hay un colibrí muerto, cuyas alas extendidas imitan las cejas de Frida. En la tradición folklórica mexicana, los colibrís muertos eran usados como símbolos de buena suerte en amores. Sobre su hombre izquierdo hay un gato negro, símbolo de mala suerte y muerte; el gato está esperando el saltar sobre el colibrí. Sobre su hombro derecho está el símbolo del diablo, su mono...un regalo de Diego. Alrededor de su pelo, las mariposas representan la resurrección. De nuevo, Frida usa un muro de enormes plantas tropicales como fondo.

Frida había pintado anteriormente un autorretrato que quería dar a su amante, el fotógrafo Nickolas Muray. No obstante, después de su divorcio de Diego tuvo que vender el cuadro para recaudar fondos para contratar a un abogado de divorcios. Para reemplazarlo, pintó este autorretrato para Muray.


4. La cama volando- 1932 


El 4 de julio de 1932 Frida sufrió un aborto natural en el hospital Henry Ford en Detroit. En este turbador trabajo, Kahlo se pinta a si misma acostada en una cama de hospital después del aborto. La figura en el retrato está desnuda, las sábanas que se ven detrás de ella están ensangrentadas y una gran lágrima cae de su ojo izquierdo. La cama y su triste habitante flotan en un espacio abstracto, rodeado por seis imágenes en círculo relacionadas con el aborto. Todas las imágenes están ligadas a filamentos de color rojo-sangre que ella aguanta contra su estómago, como si fueran cordones umbilicales. La imagen principal es un feto masculino perfectamente formado, el pequeño "Dieguito" que ella deseaba tanto tener. La orquídea fue un regalo de Diego. "Cuando yo lo pinté, tenia la idea de una cosa sexual mezclada con lo sentimental". El caracol, explicó, alude al lento aborto. El torso femenino de yeso color salmón, Frida explicó que era su "idea de cómo explicar el interior de una mujer". La máquina de aspecto cruel que ella inventó "para explicar la parte mecánica de todo el asunto". Finalmente, en la esquina inferior derecha está su pelvis.

“Henry Ford Hospital " fue el primer pintura de Kahlo pintado sobre estaño. Esta pintura contiene todos los elementos básicos de un ex-voto (retablo) "estilo Frida": pequeño, pintado sobre estaño, muestra un evento trágico y una inscripción. El único elemento que no es tan obvio es el "Santo" o "Salvador". En este caso, es el hospital Henry Ford el cual salvó su vida.

En noviembre de 1938, este cuadro se mostró en la primera exposición de Kahlo en solitario en la Galería Julien Levy de Nueva York. Se mostró con el título: "The Lost Desire" (El deseo perdido).

Esta fue la primera pintura de Frida en metal. Cuando la pintura estuvo acabada, Lola Álvarez Bravo la fotografió. Después de ver la fotografía, Frida decidió pintar la cara de nuevo y corregir el nombre del hospital en el lado de la cama.


5. Viva la Vida, Sandias


La mayor parte de libros sobre Kahlo están de acuerdo en que esta la última pintura de Frida y que 8 días antes de su muerte añadió la inscripción "Viva la Vida - Coyoacán 1954 - México". No obstante, debido a la calidad de esta naturaleza muerta, nunca estuve convencido de que estuviera pintado en 1954. Al final de su vida, Frida dependía muchísimo de inyecciones de Demerol y Morfina, que la debilitaron y la dejaron en un estado "medio dormida". Esto afectó seriamente la calidad de su trabajo. Si se compara esta naturaleza muerta con otra naturaleza muerta pintada en 1954, "Naturaleza muerta con bandera", por ejemplo, se verá la diferencia. Las pinceladas y aplicación de la pintura son mucho mejores y más cercada a las naturalezas muertas que produjo un par de años antes como por ejemplo, "Naturaleza muerta dedicada al Dr. Fastlich - 1952".

En el libro "Frida Kahlo - Naturalezas muertas", el autor Salomon Grimberg sugiere que "Viva la vida" podría no haber sido pintada en 1954 y fue probablemente pintado en 1952, pero la inscripción no se incluyó en ese momento. Sintiendo que su muerte era inminente, unos pocos días antes de su muerte, por última vez Frida puso el pincel en la pintura roja para añadir la inscripción y firmarla…como si se estuviera despidiendo. Tiendo a estar de acuerdo con esta opinión.



6. Mi Nacimiento -1932 


Diego Rivera animó a su esposa a iniciar un proyecto para documentar los eventos más importantes de su vida en una serie de cuadros. En esta pintura, la primera de la serie, Frida pinta, tal y como ella dijo "...como imagine que nací". En su diario, Frida comenta que en esta pintura ella "dio luz a si misma". Una inquietante gran cabeza emerge del útero materno…sin lugar a dudas la cabeza de Frida. El bebé a medio nacer, cayendo en un charco de sangre, se refiere a la criatura que Frida acababa de perder en un aborto espontáneo. La cabeza de la madre está cubierta por una pieza de tela... una referencia a la muerte reciente de su propia madre.- En lugar de la cara oculta de la madre fallecida, Frida pintó la sollozante cara de la "Virgen de las Angustias" en una pintura colgada sobre la cama. Acuchillada por dagas y llorando, la Virgen mira pero no puede ayudar con la situación.

Aunque este cuadro fue pintado en el estilo de un "ex-voto retablo", Frida no pintó la inscripción en el pergamino desenrollado en la parte de abajo. Quizás sintió que no había palabras que pudieran describir la tristeza que sintió cuando murió su madre o los recuerdos de infancia que vinieron a su memoria mientras pintaba este drama de "vida y muerte".

Este cuadro podría tambien haber sido influenciado por una escultura del siglo XVI de la diosa azteca Tlazolteotl, dando a luz a un guerrero adulto.

Este cuadro es parte de una colección de obras de Kahlo propiedad de la estrella del pop "Madonna". En una entrevista con la revista Vanity Fair en 1990, Madonna dijo que ella usaba este retrato como prueba para determinar quiénes son sus amigos. "Si a alguien no le gusta este cuadro", dijo Madonna "entonces sé que no pueden ser amigos míos" En una entrevista más reciente con la revista Vogue, describió la pintura como "Es un poco impactante, éste". El esposo de Madonna, Guy Ritchie, dijo que éste le ponía los pelos de punta.

7. Diego en mi pensamiento- 1943 



Este autorretrato también se conoce como “Diego en mis pensamientos” y “Pensando en Diego”. El marido de Frida, Diego Rivera, continuaba con sus infidelidades y el deseo de Frida de poseerlo en exclusiva se refleja en este retrato. La miniatura del retrato de Diego en su propia frente indica el amor obsesivo que Frida sentía por el pintor de frescos…él está constantemente en su pensamientos. Frida lleva el vestido tradicional Tehuana que Diego admiraba tanto. Se pintó llevando este vestido para atraer a Diego a su lado. Las raíces de las hojas que lleva en el pelo, sugieren una tela de araña en la cual busca atrapar a su presa: Diego.

Frida empezó este cuadro en agosto de 1940, el año en que se divorció de Diego, pero no lo acabó hasta 1943.



8. Sin Esperanza 1945 


La falta de apetito, consecuencia de sus muchas operaciones quirúrgicas y numerosas enfermedades, dejo a Frida muy delgada. Su médico, el doctor Eloesser, le recetó reposo completo en cama y una dieta de purés cada dos horas para hacerla engordar. En este retrato, la artista retrató lo que ella consideraba una dieta de alimentación forzada. La estructura de madera que sostenía sus lienzos ahora sostiene un embudo que la alimenta continuamente. Ni siquiera la calavera de azúcar en la parte superior de la comida hace que el plato sea apetitoso. Sus brazos parecen estar atrapados bajo las mantas y parece incapaz de controlar la situación…la situación parece ser "Sin esperanza".

En la parte de atrás de la pintura, Frida inscribió la siguiente frase:

"A mí no me queda ya ni la menor esperanza….Todo se mueve al compás de lo que encierra la panza."

Algunos miran a esta pintura y ven la comida siendo regurgitada en lugar de consumida. Puede juzgar por si mism@s pero creo que claramente está siendo consumida.


9. Soy un pobre venadito 1946 


En esta pintura de un joven venado fatalmente herido por flechas, Frida expresa la decepción que siguió a la operación de su columna vertebral en Nueva York, 1946, la cual ella había esperado con optimismo que la curaría de sus dolores de espalda.

De nuevo en México, no obstante, continúo sufriendo dolor físico y una profunda depresión. En esta pintura, Frida se pintó con el cuerpo de un venadito y su propia cabeza coronada con antenas. Atravesado por flechas y sangrando, el venado mira al espectador desde un bosque. Aunque el cielo tormentoso y pobremente iluminado en la distancia es una brillante esperanza de escape, el venado nunca lo alcanzará. Un significado de la palabra "Carma", que aparece en la parte inferior izquierda del cuadro es "destino". En esta pintura, así como en muchos de los autorretratos de Frida, se presenta como incapaz de cambiar su propio destino.

Frida usó su propia mascota, un venado llamado "Granizo" como modelo para este cuadro. El venado en esta pintura está rodeado de árboles y atrapado, transmitiendo un sentimiento de miedo y desesperación, sin posibilidad de escapar la situación.

Este es un cuadro muy complejo y su significado está abierto a muchas interpretaciones. Algunos dicen que este cuadro significa la incapacidad de Frida de cambiar su propio destino o, la frustración de Frida debido a la cirugía que falló, o una pintura surrealista de Frida, furiosa en la batalla de los sexos.

El 3 de mayo de 1946, Frida dio este cuadro a sus amigos Lina y Arcady Boitler como regalo de bodas. Con él incluyó una nota que decía: " Os dejo mi retrato para tengáis mi presencia todos los días y las noches que no estoy con vosotros".

10. Recuerdo (el Corazón) 1937 



En este autorretrato, Frida descubre como expresar la angustia que sufrió durante la aventura entre su esposo Diego Rivera y su hermana menor Cristina a través del arte. Su corazón roto está a sus pies; su enorme tamaño simboliza la intensidad de su dolor. Frida ilustra sus sentimientos de impotencia y desesperación a través de su falta de manos. Su cara, aunque llorosa, no tiene expresión. Se ha cortado el pelo, para irritar a Diego quien admiraba mucho su larga y flotante cabellera. Lleva la ropa de estilo europeo que ella prefería cuando estaba separada de Diego, al cual le gustaban más los vestidos de tehuana. El pie sobre el agua lleva un aparato que parece un barco de vela y hace referencia a una operación que Frida sufrió recientemente en su pie. El agujero que queda después de ser extraído su corazón está atravesado con una barra de acero y hay un Cupido en cada uno de los extremos. Contra más dolor Frida quiere transmitir, más sangrientas son sus pinturas.

El título de este autorretrato de cuerpo entero, "Memoria" podría sugerir que el cuadro también representa los recuerdos de tiempos mejores con Diego. El uniforme escolar que cuelga en el fondo podría recordarle de cuando conoció a Diego siendo una colegiala. El vestido de Tehuana es un recuerdo de cuanto Diego la admiraba cuando se engalanaba con el traje nativo.

La chaqueta que lleva es la misma chaqueta que llevó en una foto de 1935 tomada por Lucienne Bloch...una de las pocas fotos de Frida con el pelo corto. Frida se cortó el pelo despechada para molestar a Diego, el cual amaba su larga cabellera.

En noviembre de 1938, este cuadro se mostró en la primera exposición de Kahlo en solitario en la Galería Julien Levy de Nueva York. Se mostró con el título: "The Heart" (El corazón).


Frida dio esta pintura a Michel Petitjean, director de la galería Renou y Colle en París.

Este cuadro se subastó en Christie's, New York, en Mayo de 1992. Se vendió por $935.000.

11. Unos Cuántos Piquetitos 1935



Con el corazón roto por la aventura de su esposo con su hermana menor, Cristina, Frida reflejó su dolor e ira en esta pintura. Su propio dolor era tan profundo que incapaz de pintarlo en primera persona, lo proyectó en la desgracias de otra mujer. Un periódico publico una noticia acerca de una mujer asesinada por celos, y esto dio a la artista el sujeto ideal para su trabajo. El asesino se defendió delante del juez diciendo: “ Pero solo fueron unos cuantos piquetitos!”. Este hecho violento es una referencia simbólica al propio estado mental de Frida y sus propias heridas emocionales. Kahlo le confió a una amiga que simpatizaba con la mujer muerta ya que ella misma se sentía "asesinada por la vida"…una referencia a la aventura amorosa entre Diego y Cristina que duró un año.

La leyenda que sostienen las palomas, un símbolo de amor, irónicamente lleva el título del cuadro. Una paloma es negra, la otra blanca, quizás aludiendo a las caras luminosa y oscura del amor. El texto en el esbozo continúa con "...porqué se entregó a otro bastardo, pero hoy me la llevé, su hora ha llegado"


Cuando el cuadro estaba acabado, Kahlo le dio un toque final para proyectar más a fondo sus emociones en su trabajo. En un ataque de ira, agarró un cuchillo y apuñaló el marco varias veces.

En noviembre de 1938, este cuadro se mostró en la primera exposición de Kahlo en solitario en la Galería Julien Levy de Nueva York. Se mostró con el título: "Passionately in Love" (Apasionadamente Enamorada).

12. Autorretrato en la frontera entre México y los Estados Unidos 1932

Después de permanecer en los Estados Unidos casi tres años, Frida cada vez añoraba más México. En este cuadro, Frida muestra claramente sus ambivalentes sentimientos hacia "Gringolandia" (los Estados Unidos). Vestida con un delicado vestido rosa y guantes blancos que se apartan mucho de su regular vestuario, Frida está de pie como una estatua en un pedestal entre los dos mundos diferentes. En su mano sujeta una bandera mexicana lo que quizás indica donde radica su lealtad. En el otro lado, el antiguo paisaje mexicano, con sus ricos y cálidos colores naturales, plantas exóticas y piezas de esculturas azteca. Las fuerzas de la naturaleza y el ciclo de vida natural gobiernan el lado mexicano. En el otro lado, el muerto paisaje dominado por la tecnología de los Estados Unidos se muestra en pálidos colores grises y azules. Hay sólo un nexo de unión entre los dos mundos: un generador eléctrico que está en el lado norteamericano toma su poder de las raíces de una planta en el lado Mexicano, y suministra electricidad a un enchufe en el pedestal donde esta Frida. La leyenda en el pedestal dice: “Carmen Rivera pintó su retrato en el año 1932” (Carmen era el nombre de bautismo de Frida)


13. Autorretrato con pelo cortado- 1940 
    

Este fue el primer autorretrato de Frida después del divorcio de su marido, Diego. En lugar de la ropa femenina que lleva en muchos de sus autorretratos, aquí Frida aparece vestida con un traje de hombre oscuro que le viene grande, probablemente uno de Diego. Se ha cortado el largo pelo que Diego admiraba tanto. En su mano izquierda sostiene un mechón del pelo cortado, como un emblema de su sacrificio. En su mano derecha sostiene las tijeras con las que ha martirizado su pelo, símbolo de su feminidad. Los mechones de pelo están por todos lados, como si tuvieran vida propia. Rodeada por la evidencia de su acto, Frida se sienta en medio de un amplio espacio vacío que sugiere la profundidad de su desesperación y soledad. La estrofa de una canción pintada a lo largo del retrato, en la parte superior, nos explica la razón de este acto de auto-mutilación:

"Mira que si te quise, fue por el pelo, Ahora que estás pelona, ya no te quiero"

Después del divorcio, Frida decidió renunciar a la imagen femenina exigida de ella. Se cortó el pelo, colgó los vestidos de Tehuana que tanto le gustaban a Diego y se vistió con ropas masculinas. El único atributo femenino que conservó fueron sus pendientes. Este autorretrato parece expresar su deseo de adquirir la libertad e independencia de un hombre.

14. Raíces -1943 



En este autorretrato, Frida vuelve al tema de la naturaleza. Esta fusionándose con una planta, convirtiéndose en parte de la Tierra. El sueño de fertilidad de una mujer sin hijos, en el cual su torso se abre como una ventana que da a luz una viña. La sangre de Frida fluye a través de la viña a los capilares rojos que se extienden más allá de la viña para alimentar a la tierra seca. En esta pintura, Frida parece aludir a sus raíces mexicanas.

En 1953, Frida envió este cuadro y otros cuatro trabajos a la exposición de arte Mexicano del Consejo para las Artes Británico, que se iba a celebrar en la Galería Tate de Londres. En la exposición, el título de este cuadro era "El pedregal", y se refería a la cama de lava donde ella descansa.

En mayo de 2006, este cuadro se subastó en Sotheby's, Nueva York, por 5.616.000 millones de dólares...alcanzando un nuevo record para la artista. Fue vendido a un postor telefónico anónimo. Rumores en el mundo de las Bellas Artes dicen que el comprador anónimo fue la estrella pop "Madonna", quien es la propietaria de otros originales de Kahlo.

Antes de la reciente venta, el cuadro era parte de la colección de Marilyn O. Lubetkin de Houston, Texas.

15. Lo que vi en el agua 1938

Esta pintura a veces es llamada “Lo que vi en el agua”. Al contrario de muchos de los cuadros de Frida éste no tiene imagen central dominante. Es un trabajo simbólico ilustrando varios eventos de la vida de la artista e incorpora numerosos elementos de trabajos anteriores y elementos que utilizaría más tarde en otros cuadros. El estilo del cuadro es “surrealista” aunque Frida nunca se consideró una “surrealista” y ni siquiera sabía nada del surrealismo cuando pintó este cuadro. Lo que el agua le dio fueron imágenes de su pasado y presente, vida y muerte, consuelo y pérdida. En medio de esta visión está Frida, ahogada en sus imaginaciones y sangrando por la esquina de su boca. Se mantiene a flote por medio de una cuerda que sirve como una cuerda floja para insectos y una bailarina en miniatura.

Frida raramente hablaba de sus cuadros, pero en una conversación con Julien Levy, describió este cuadro como "Es una imagen del tiempo que va pasando...sobre tiempo y juegos de la niñez en la bañera ya la tristeza de lo que le había pasado a ella en el transcurso de su vida."

Aunque el cuadro está firmado y fechado "1939" fue actualmente pintado el año anterior. La pintura sin firma y sin fecha fue expuesta en París por André Breton en enero de 1939. Cuando fue devuelto a México, Kahlo lo firmó y lo fechó "1939". Frida le dio la pintura a su amante, el fotógrafo Nickolas Muray como pago por una deuda de $400 que tenía con él.

16. Árbol de la esperanza mantente firme -1946

Frida pintó este autorretrato para su patrón, el ingeniero Eduardo Morillo Safa, después de una operación quirúrgica frustrada en Nueva York. Le escribió acerca de la pintura y la cicatrices "...con las cuales esos cirujanos, hijos de perra, me han dejado". En el mensaje "Árbol de la esperanza, mantente firme", el cual está escrito en la bandera, parece que se esté dando animo a sí misma. La frase está tomada de una de sus canciones favoritas (Cielito Lindo).

En este cuadro vemos a dos Fridas; la que está a la izquierda es la Frida que acaba de salir del quirófano en una camilla y la otra es la figura de una Frida poderosa, derecha y llena de confianza. El cuadro está dividido en dos mitades, una de día y la otra de noche. El cuerpo magullado y sangrante está asignado al sol, que en la mitología azteca se alimenta de la sangre humana de sacrificios. Las dos heridas en su espalda tienen eco en las fisuras del paisaje desolado que se ve detrás. La otra Frida, que parece fuerte y optimista esta asignada a la luna, símbolo de la feminidad. En su mano, sostiene el corsé que ella tiene "esperanza" de abandonar para siempre después de la cirugía. Desgraciadamente, esta cirugía falló estrepitosamente y resultó en numerosas complicaciones. Ha sido descrita como "el principio del fin" para Frida.

En abril de 1977, este cuadro se subastó en Sotheby's.
El precio estimado de subasta estaba entre $20.000-$30.000, con un precio mínimo de venta de $20.000. El cuadro no alcanzó el precio mínimo de venta pero se vendió igualmente al mejor postor por $19.000.

17. Yo y Mis Pericos -1941 


Después de su segundo matrimonio con Diego Rivera en diciembre de 1940, la vida de Frida se asentó en una rutina algo más calmada que su vida anterior. Aunque estaban casados, llevaban vidas separadas. Fueron las cosas ordinarias de la vida…animales, niños, flores y el campo las que más interesaban a Frida. En muchos de sus autorretratos durante este período, Frida empezó a incluir sus queridas mascotas. Este es uno de los muchos autorretratos de Frida en el cual incluyó a sus loros. Aunque este retrato fue pintado poco tiempo después de que Frida y Diego se casaran, al mismo tiempo Frida estaba manteniendo una relación amorosa con Nickolas Muray, un exitoso fotógrafo retratista en Nueva York. Fue Muray quien ayudó a Frida a prepararse para su primera exhibición en Nueva York en 1938.

El retrato mostrado es la versión final de este autorretrato…la foto abajo muestra el cuadro original. Nótese como el cuello de la blusa ha cambiado. También, parece raro que este cuadro no se tituló "Autorretrato con pericos" ya que Frida usó a menudo la palabra "Autorretrato" en sus títulos.


18. Autorretrato con mono -1940 

Este autorretrato fue pintado durante el largo año en el que Frida estuvo divorciada de Diego. Después de volver de París en el verano de 1939, su relación con Diego se volvió más distante. Frida abandonó la casa en San Angel y volvió a vivir con sus padres en la Casa Azul de Coyoacán. En octubre, de mutuo acuerdo solicitaron el divorcio e iniciaron los trámites. El divorcio fue finalizado en diciembre. Durante el periodo que siguió al divorcio, Frida se apoyó mucho en sus mascotas como consuelo y compañía. Ellos eran su esposo y los niños que ella ya sabía que nunca podría tener. En esta pintura, aparece con su mascota, un monito que se abraza a ella, como si fuera su bebé adoptado. El monito tiene la pata alrededor de su cuello, y ambos están rodeados de un lazo de color rojo sangre, que se enrolla cuatro veces alrededor de su cuello y desaparece detrás del cuello del mono. No obstante, este cuadro no proyecta un sentimiento maternal, ni siquiera amistoso. La fría expresión en la cara de Frida muestra resentimiento e ira por el divorcio de Diego. El mono tiene la misma expresión.

Esta pintura fue encargada inicialmente por el coleccionista de arte de Nueva York Nathan Wedeen. Fue subastada en Sotheby's en 1979 y se vendió por 44,000 dólares americanos. A finales de los 1980, se vendió en privado a la estrella del pop "Madonna" por $1.000.000.


19. Pensando en la Muerte -1943 


Durante este período, la salud de Frida había declinado hasta el punto donde pasaba la mayor parte de sus días confinada en la cama. Debido a su mala salud, en ese momento y a través de los años, la muerte está siempre en su pensamiento, simbolizada por la calavera y las tibias cruzadas que aparecen en la ventana circular en su frente. De acuerdo con las antiguas tradiciones mexicanas, la muerte simultáneamente significa renacimiento y vida. En este autorretrato, la muerte se presenta contra un detallado fondo de ramas de espino, un símbolo derivado de la mitología pre-hispana, a través de la cual la artista apunta al renacimiento que sigue a la muerte. La muerte se entiende como un sendero de transición de una vida a otra diferente






20. El suicidio de Dorothy Hale - 1938

Esta es una de las más impactantes y controvertidas obras de Frida Kahlo. Frida lo pintó como un "ex-voto (retablo). La desgraciada víctima en este cuadro es la actriz Dorothy Hale, actriz y corista de Ziegfeld. La vida de Hale dio un amargo giro cuando su marido murió en un accidente de coche. Su carrera en Hollywood no iba bien, tenía muchos problemas financieros y hacia el final dependía de la caridad de sus amigos. En octubre de 1938, llevando su vestido negro favorito y un prendedor de rosas amarillas, saltó desde la ventana de su apartamento de lujo situado en un rascacielos, falleciendo en el acto.

Clare Boothe Luce, la editora de la revista de moda "Vanity Fair" le encargó a Frida un retrato de su vieja amiga, Dorothy. El retrato iba a ser un regalo para la madre de Dorothy. Frida sugirió el pintar el cuadro como un "ex-voto (retablo)". Aunque Clare no entendió lo que ésto significaba, no obstante aceptó. El cuadro de Frida documenta las varias etapas de la caída de Dorothy, pintando el cuerpo en la parte frontal inferior del cuadro, en una especie de plataforma, sangrando. Debajo, Frida explica el trágico evento con letras de color rojo sangre.

"En la ciudad de Nueva York el dia 21 del més Octubre de 1938, a las sies de la mañana, se suicidó la señora Dorothy Hale tirándose desde una ventana muy álta del edificio Hampshire House. En sus recuerdo [...] éste retablo habiendolo ejecutado Frida Kahlo."

Cuando Clare recibió el cuadro, estaba horrorizada por lo que vio. Ella esperaba un retrato de Dorothy, no una descripción de su suicidio, ciertamente no apropiada para dársela a la madre de Dorothy. Su primera reacción fue pensar en destruir el cuadro, pero sus amigos la convencieron de lo contrario. A petición de Clare, parte de la tercera línea, que una vez decía "pintado a petición de Clare Boothe Luce, para la madre de Dorothy" fue pintada encima. Otra parte de la pintura también fue cambiada: un ángel que una vez aparecía en la parte de arriba fue borrado.

Clare le dio esta pintura a su amigo Frank Crowninshield. Cuando Crowninshield falleció, su hijo la devolvió y la pintura no fue vista durante varias décadas. Un día, apareció misteriosamente delante de la puerta principal del Museo de Arte de Phoenix, donde se exhibe en la actualidad.

21. Autorretrato con traje de terciopelo


Este es el primer autorretrato de Frida. Lo pintó como regalo para su compañero de estudios y novio, Alejandro Gómez Arias, quien había roto la relación. Se lo dió como prueba de amor con la cual esperaba el recuperar su afecto y que la tuviera en sus pensamientos. Su ruego de amor funcionó y poco tiempo después de que Alejandro recibiera el retrato, se reconciliaron.

La pose aristocrática refleja el interés de Frida en las pinturas del periodo Renacentista italiano. Este autorretrato es la interpretación de Frida de la "Venus" de Boticelli, obra admirada por Alejandro. El mismo estilo aparecería en su "Retrato de Alicia Galant", 1927 y "Retrato de Adriana", 1927.

Frida empezó este auto-retrato en el verano del 1926 y lo envió a Alejandro a finales de septiembre. En la parte trasera de la pintura escribió en alemán: "Hoy es siempre todavía" , un aparente reflejo de su estado de ánimo después de su separación.

En marzo de 1927, los padres de Alejandro lo enviaron a Europa con su tío, principalmente para separarlo de Frida, la cual no aprobaban. Antes de irse, le devolvió la pintura a Frida para que la guardara a salvo.

Este auto-retrato fue una de las cuatro pinturas que Frida llevó para enseñar a Diego y pedir su opinión del trabajo. Después de ver las pinturas, Rivera dijo que estaba muy interesado en este autorretrato "...porque es el más original", dijo.


22. Flor de la Vida (Flor de llama) 1943 


Frida consideraba a las flores como un símbolo de sexualidad y sentimientos. A menudo proyectaría su sensualidad en sus pinturas. Algunas veces, las insinuaciones sexuales son sutiles y no tan obvias, como en su pintura anterior "Frutos de la Tierra - 1938" y otras veces son el principal foco, como en sus pinturas. Aquí, ella pinta una mandrágora invertida con la forma de los órganos sexuales femeninos y masculinos. De la misma manera que el sol en el fondo genera vida, esperma brota de los estambres fálicos y las hojas con forma de vagina forman la matriz de pétalos que protege el feto en desarrollo.

Aunque esta pintura tiene la fecha de 1944, fue actualmente pintada en 1943. Su título original era "Flor de llama"

Este cuadro se exhibió en el "Primer Salón de la Flor", organizado por la Secretaría de Agricultura y Fomento (1943).


23. El Camión - 1929 

En este cuadro de vivos colores, la influencia del estilo del arte de Rivera está clara. Frida describe las diversas clases de la sociedad mexicana y vida diaria, tal y como Rivera hizo en sus murales. Sentados uno al lado del otro en este cuadro hay varios arquetipos mexicanos: un ama de casa con su cesta de la compra, un obrero vestido con un peto azul, una madre india, descalza y parecida a una Madonna, amamantando a su bebé, un niño, un "gringo" capitalista bien vestido sosteniendo su bolsa de dinero, así como una joven la cual es probablemente Frida. Hay algunos elementos en esta pintura que se podían referir al accidente de autobús de 1925 en el cual Frida sufrió graves heridas: el autobús es de madera, los pasajeros se sientan en bancos a los lados, el hombre con el peto azul que removió la pieza del pasamanos que agujereó su cuerpo y el hombre sosteniendo la bolsa con polvo de oro, el cual se esparció sobre el cuerpo sangrante y desnudo de Frida durante el choque.


24. Diego y Frida 1929 - 1944 


Frida pintó este doble retrato como regalo para su marido Diego en su quinceavo aniversario de bodas. Más tarde pintó otra versión del mismo para quédasela ella. Las fechas en el título, 1929-1944 representan los años de matrimonio (excluyendo el breve período en el cual estuvieron divorciados, 1939-1940). La pintura expresa el amor de Frida por Rivera, mostrándolos no sólo como una pareja, sino como una sola persona. Las dos mitades de la cara se complementan. Frida fusiona su identidad con la suya, creando una sola cabeza de cada una de las mitades de sus caras, unidas por ramas sin hojas. En la doble relación entre marido y mujer, reiterada en la luna y el sol, la pareja Kahlo-Rivera es mostrada como si pertenecieran juntos. Más abajo, la concha y vieira unidas simbolizan su unión amorosa.




25. Autorretrato Dedicado a Leon Trotsky (Entre las cortinas) - 1937 



Este retrato a veces es llamado "Entre las cortinas". Es un autorretrato que Frida pintó como regalo para Leon Trotsky para su cumpleaños. El papel que tiene en la mano tiene la dedicatoria para Leon: "Para Leon Trotsky, con todo mi amor, le dedico este cuadro el 7 de noviembre de 1937. Frida Kahlo en San Angel, México". El retrato está pintado con cálidos y suaves colores y Frida aparece bella, seductora y llena de confianza.

Trotsky, un político rival de Stalin, estaba profundamente comprometido con las ideas marxistas, como un pensador, escritor, organizador y estratega militar. En 1936, Stalin finalmente envió a su rival Trotsky al exilio. Incapaz de encontrar asilo en otros países, el marido de Frida, Diego Rivera, convenció al presidente mexicano, Lázaro Cardenas para garantizar asilo a Trotsky en México. En enero de 1936, Leon Trotsky y su esposa, Natalia Sedova, llegaron a México y fueron recibidos por Kahlo. Frida les dejó usar la Casa Azul en Coyoacán, donde vivieron en los siguientes dos años. Durante ese tiempo, los Rivera y los Trotsky pasaron un montón de tiempo juntos y a principios del verano de 1937, Frida y Leon empezaron un asunto amoroso en secreto. Trotsky se veía atraído por mujeres hermosas y Kahlo encontró su posición en la escena mundial y la visión que Diego tenia de él, atractiva. No obstante, al poco tiempo, Kahlo se cansó de Trotsky, a quien llamaba "el viejo" y el asunto acabó. Cuando su relación acabó en julio, Frida pintó su autorretrato y se lo dio a Trotsky, quien lo colgó en la pared de su estudio. En abril de 1939, los Trotsky dejaron la Casa Azul… Leon dejo atrás el cuadro.

En noviembre de 1938, este cuadro se mostró en la primera exposición de Kahlo en solitario en la Galería Julien Levy de Nueva York. Se mostró con el título: "Between the Curtains" (Entre las cortinas).

En 1940, esta pintura fue comprada por largo tiempo amigo de Frida Clare Booth Luce. Más tarde lo donó al "Museo Nacional de las Mujeres en las Artes", situado en Washington DC y en donde se puede ver en la exposición habitual.

26. Frieda Kahlo y Diego Rivera
Frieda y Diego Rivera 1931 

Este doble retrato en estilo folklórico podría estar basado en la fotografía de boda de Diego y Frida. Fue completado unos dos años después del matrimonio, mientras Frida y Diego estaban en San Francisco. La visible diferencia de altura entre la pareja no es exagerada. Los delicados pies de Frida apenas tocan el suelo y parece que esté flotando al lado de su enorme marido. Con su paleta y pinceles en la mano, Rivera es representado como un artista mientras ella, vestida en tradicional garbo mexicano se pintó a si misma sólo como la esposa que adora al marido. Frida regaló esta pintura al coleccionista de arte Albert Bender, como prueba de gratitud por la ayuda prestada en conseguir la visa de Diego para entrar en los Estados Unidos; a Diego se le había negado previamente la entrada a los Estados Unidos debido a su afiliación al Partido Comunista. En el título del cuadro, Frida deletrea su nombre en versión alemana "Frieda". La leyenda en la parte de arriba del cuadro reza que el doble retrato fue pintado "para nuestro amigo el señor Albert
Bender”.

Cuando la pintura fue finalizada en 1931, un periódico de San Francisco describió el trabado diciendo que si tenía algún valor: "...era sólo porque había sido pintado por la esposa de Diego Rivera".

El cuadro de Frida, "Frida y Diego Rivera" se mostró en la "Sexta Exhibición Anual de la Sociedad de San Francisco de Mujeres Artistas" - la primera muestra pública de su trabajo.

27. Moisés o Núcleo solar

Moisés o "Núcleo solar"(1945). Símbolos místicos arcaicos y referentes históricos de clara intencionalidad política se engarzan en el espacio pictórico. En el centro superior, el Sol y su potencia fertilizante impregnan de sacralidad al niño Moisés que espera su futuro nacimiento y la consumación de su destino como niño arrojado a las aguas. Lo fértil solar se combina con las gotas blancas, el lácteo efluvio, que expresa la fuerza fertilizante de lo lunar y femenino. En el plano superior, a ambos lados de la efervescente vitalidad del sol, se arraciman imágenes de deidades paganas y cristianas. Lo celeste se diferencia del mundo humano por el límite de la muerte señalado por dos esqueletos. En el plano inferior, en un costado, se distribuyen personalidades históricas asociados a los ideales revolucionarios: Marx, Gandhi, Trosky, e incluso un faraón y un Buda. Y también se distingue a Freud. La obra de hecho nació luego de la lectura de Frida del texto freudiano Moisés el hombre y la religión monoteísta. En el otro extremo se acomodan personajes históricos como Julio César, Napoleón, Lutero, se despliegan bajo un sabio hindú con su típico tercer ojo y Cristo con su corona de espinas. La composición de la imagen, con un claro plano celeste y otro terrestre, y el centro como zona de concentrada claridad que fluye entre la dimensión celeste y humana, hacen recordar a la composición de la imagen barroca, y filiación bizantina de El entierro del Conde de Orgaz del Greco.

28. Autorretrato con el Pelo Suelto
1947 

En 1946, Frida viajó de nuevo a Nueva York para una fusión espinal. Esta operación ha sido llamada "el principio del fin" para Frida. Aunque consultó a numerosos, quizás demasiados doctores, su condición cada vez empeoró más después de esta operación. En el, Frida aparece delgada y frágil, aunque relajada y sonriendo. El texto en la banderola en la parte de abajo reza:

"Aquí me pinté yo, Frida Kahlo, con mi reflejo en el espejo. Tengo 37 años y es Julio de 1947. En Coyoacán, México, el sitio en donde nací".

En la inscripción ella dice tener "37 años" cuando en realidad tenía 40 en el momento de pintar este autorretrato.

En este autorretrato, Frida ha exagerado mucho su cabello…quizás para complacer a Diego, el cual amaba su larga y flotante cabellera.

La fotografía debajo de la pintura, tomada el mismo año, podría haber sido usada como estudio para esta pintura.

Este cuadro se subastó en Christie's, New York, en Mayo de 1991. Se vendió por $1,650,000.

En la película de Miramax "FRIDA", del año 2003, el papel de Frida fue interpretado por la actriz Salma Hayek. Durante el rodaje de esta película y en su tiempo libre, Hayek, una pintora aficionada, pintó su propia versión de este autorretrato de Kahlo.

29. Mis Abuelos, Mis Padres y Yo
1936 


Este es el primero de dos retratos de familia en los cuales Frida trazó su historia genealógica. En el retrato aparece como una niña pequeña enfrente de la Casa Azul en Coyoacán, México, donde nació. Sus padres están detrás, en una pose copiada de su fotografía de boda tomada en 1898. El feto en la matriz de su madre es Frida antes de su nacimiento y más abajo pintó la fertilización de un huevo, indicando el principio de su vida en el momento de la concepción. Frida sostiene un lazo rojo que la une a sus abuelos. Sus abuelos maternos están a la izquierda, sobre el montañoso paisaje mexicano y un cactus nopal, el cual tiene una forma simbólica en la bandera mexicana. Sus abuelos paternos, de origen alemán, están colocados sobre el océano, lo cual indica su origen europeo.

En esta pintura, Frida se pintó a si misma con su característica única ceja, la cual parece que heredó del padre de su madre.

En noviembre de 1938, este cuadro se mostró en la primera exposición de Kahlo en solitario en la Galería Julien Levy de Nueva York. Se mostró con el título: "My Family" (Mi familia) y fue comprado por el psiquiatra Dr. Allan Roos.

30. Retrato de Lucha Maria, una Niña de Tehuacan
1942

En esta pintura, Frida muestra a una niña indígena que parece estar perdida en un paisaje desierto. El fondo se divide en noche y día…un tema común que Kahlo usó como fondo en otras pinturas. A la derecha está el sol y debajo la Pirámide del Sol en Teotihuacán. A la izquierda está la luna y debajo la Pirámide de la Luna del mismo lugar.

La niña lleva un chal alrededor de sus hombros, dando la impresión de que el sol está frío. En su mano sostiene un modelo de un avión militar de camuflaje que podría ser un símbolo de la II Guerra Mundial.

En Diciembre del 2003, este cuadro se subastó en Ebay con una puja inicial de $3,000,000. La subasta se cerró sin pujas. En noviembre del 2004, el cuadro se subastó en Sotheby's. No se vendió y pasó a $775,000.

31. Yo y Mi Muñeca
1937 

Debido al accidente de autobús de 1925, Frida fue incapaz de tener hijos y cuando pintó este cuadro, ya había perdido tres bebés. Substituyendo a los hijos que no pudo tener, coleccionó muñecas y tuvo muchas mascotas, sobre las cuales derramaba su afecto. En este autorretrato, Kahlo está sentada en la cama con una de sus muñecas. No obstante, éste no es un típico amoroso retrato de una "madre" y un "hijo". En esta obra, Kahlo parece estar posando para la cámara e inconsciente de la existencia de la muñeca. No muestra ningún tipo de conexión con la muñeca…de hecho está fumando un cigarrillo…algo que probablemente no haría si la muñeca fuera su propio hijo.

La expresión en su cara es de tristeza y soledad. La oscura habitación vacía ayuda a proyectar el sentimiento de vacío que Frida sentía al no tener hijos. El tono de la piel de Frida en este retrato es algo más oscuro que de costumbre. Quizás es para complementar su atuendo mexicano.

32. El tiempo vuela
1929

Este autorretrato fue pintado el año que Frida y Diego contrajeron matrimonio. Representa a la Frida amada por Rivera. En esta pintura Frida ha abandonado el estilo renacentista de sus pinturas previas con el estilo más tradicional folklórico mexicano, el mismo que Diego usaba para pintar sus murales. La pintura es un gran contraste a su primer autorretrato de 1926, en el cual aparece como una melancólica aristócrata pintada en colores oscuros y lisos. Ahora pinta con colores brillantes y vibrantes típicos de la cultura mexicana. Este estilo continuaría durante el resto de su carrera pictórica.

En junio del 2000, esta pintura se subastó en Sotheby's en Nueva York por cinco millones de dólares. El comprador fue un coleccionista americano.



33. Allá cuelga mi vestido
1933

Después de más de tres años en América, Frida quería desesperadamente volver a su México nativo. Diego, no obstante estaba fascinado por el país y no quería irse. De este conflicto surgió esta pintura. El único collage en la obra de la artista, represente un retrato irónico del capitalismo americano. Lleno de símbolos de una sociedad industrial moderna americana, muestra la degeneración de la sociedad y la destrucción de valores humanos fundamentales. En esta pintura, Frida toma un punto de vista opuesto al de su marido, que expresaba su aprobación del progreso industrial en un mural en el Rockefeller Center.

Lo que falta en esta pintura es el centro de casi todos sus cuadros...ella misma. En lugar de hacer su autorretrato, su vestido de tehuana cuelga vacío en medio del caos que se ve en el fondo. Puede ser su manera de decir “Quizás estoy en América, pero solo mi vestido cuelga allá….mi vida está en México”

Frida empezó este cuadro cuando aún estaba en Nueva York y lo acabó después de que Diego y ella regresaran a México. Ella firmó esta pintura en la parte de atrás en tiza y añadió la inscripción: "Pinté esto en Nueva York mientras Diego estaba pintando el mural en el Rockefeller Center"



.El cuadro fue regalado al consejero médico de Frida en el que ella tanto confiaba, el Dr. Leo Eloesser de San Francisco. Cuando el Dr. Eloesser falleció en 1976, le dejó el cuadro en herencia a su compañera de muchos años, Joyce Campbell. En 1993, Campbell vendió el cuadro, justo antes de que estallase el boom Kahlo en el mercado de arte.

34. Autorretrato con el Retrato del Dr. Farill
1951 



Este cuadro es un retrato de Frida con su cirujano, el doctor Juan Farill. Éste fue su último autorretrato firmado.

En 1951, el Dr. Farill llevo a cabo una serie de 7 operaciones en la columna vertebral de Frida. Frida permaneció internada en el hospital en la ciudad de México durante nueve meses. En Noviembre de ese año, Frida por fin se encontró suficientemente bien ara pintar. Su primer cuadro fue este autorretrato dedicado al Dr. Farill. "Estuve enferma durante un año….siete operaciones en mi columna vertebral" escribió en su diario y "el doctor Farill me salvó". El hecho de que dio crédito al Dr. Farill por salvar su vida, podría explicar porque este autorretrato fue hecho como un "ex-voto (retablo)". En el cuadro, el Dr. Farill aparece en el lugar que normalmente ocupa un santo y Kahlo como la desgraciada victima que ha sido salvada. Frida, confinada a una silla de ruedas, pinta con su propia sangre usando su corazón como una paleta…quizás su manera de decir que pintaba el retrato desde el fondo de su corazón. Los pinceles que sostiene firmemente en su mano parecen más sangrientos instrumentos quirúrgicos.

Frida podría haber tomado prestada esta idea de su retrato de Goya, el cual durante sus últimos años pintó una espacie de retablo, un autorretrato llamado "Goya atendido por el Doctor Arrieta". En el cuadro, incluyó una inscripción agradeciendo al doctor que salvara su vida.

35. Autorretrato Dedicado al Sigmund Firestone

1940 

A principios de 1940, el ingeniero Americano Sigmund Firestone encargó un autorretrato a ambos, Frida y Diego. Les pagó un total de $500. Frida entregó este autorretrato a Firestone en 1940, pero Diego no acabó su autorretrato hasta el año siguiente.


En este autorretrato, Frida combina las joyas pre-colombinas con la típica mantilla católica en la cabeza, una vez más mostrando la dualidad de sus raíces, así como la dualidad de su país. En la inscripción en la nota de la parte superior derecha, Frida dedica este autorretrato a Firestone y sus dos hijas, Natalia y Alberta:

"México, Coyoacán.
Para el Señor Sigmund Firestone y sus hijas Alberta y Natalia pinté este autorretrato con todo cariño, en febrero de 1940. - Frida Kahlo"

En una carta de 1940 a Firestone, Frida le asegura que Diego empezará su autorretrato tan pronto como acabe los murales en los que está trabajando. Cuando acabe su autorretrato, Frida le dice a Firestone que: "…estaremos juntos de nuevo en su pared, como símbolo de nuestra nueva boda. Me siento muy feliz y orgullosa porque a usted le gusta mi retrato, no es bonito, pero lo hice con un gran placer para usted.".


36. La Mesa Herida

1940 

Esta es una de las dos grandes obras (en tamaño) que Frida pintó (la otra es "Las dos Fridas"). Este cuadro mide aproximadamente 4 pies x 8 pies (122 x 244 cms.). Las grandes medidas del cuadro podrían haber sido intencionales ya que ella sabía que iba a ser mostrado en la misma exposición donde su "marido infiel", Diego, estaba mostrando trabajos mucho más pequeños.

Kahlo pinto este retrato durante su divorcio de Diego Rivera y su estado mental se refleja en todos los aspectos de esta pintura. La pintura parece una parodia de "La última cena", con Frida haciendo el papel de Cristo en el centro de la mesa. Está rodeada por un ecléctico grupo de caracteres: los dos hijos de Cristina, un enorme Judas de papier-mache, un esqueleto, una escultura pre-columbina y su mascota, el venado Granizo. El Judas, el esqueleto y el ídolo pre-columbino son tres de los cuatro caracteres que aparecen en su previa obra "Los cuatro habitantes de la Ciudad de México, 1938".

El enorme Judas está a la derecha de Frida, vestido con un peto azul y representa a Diego, el cual la traicionó cuando tuvo un asunto amoroso con la hermana menor de Frida, Cristina. La figura tiene sus manos en la mesa, como el Judas que traicionó a Cristo. Este gesto puede simbolizar las palabras de San Lucas durante la Última Cena… "Más he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa" (Lucas, 22:21). A pesar de la traición, Frida permite al Judas (Diego) que pase su brazo protector alrededor de su cuerpo.

A su izquierda, el esqueleto sostiene un mechón de pelo de Frida…quizás la pintora está coqueteando con la muerte. La escultura pre-columbina está interconectada con Kahlo, compartiendo el mismo brazo que simboliza su conexión a sus raíces mexicanas. Los caracteres amenazantes parecen hallarse entre la pintora y las inocentes figuras de los niños y el venado, haciéndolos inalcanzables. Esta pintura contiene un montón de referencias a los deformes pie y pierna de Frida. El ídolo tiene patas de palo, el esqueleto y el Judas ambos tienen los pies vendados y ensangrentados, y la mesa tiene piernas humanas desolladas. Quizás Frida sentía que su deformidad, de alguna manera, fue parte de la causa de su ruptura con Diego. Los dos inocentes niños son los hijos de la hermana menor de Frida Cristina: Antonio e Isolda. Parecen no ser conscientes de la situación que los rodea.

Frida trabajó en este cuadro hasta el último minuto, a fin de tenerlo listo para mostrarlo en la inauguración del 17 de Enero de la "Exhibición Internacional del Surrealismo" en la Galería de Arte Mexicano en la ciudad de México. En los años 50, se celebró una muestra de los trabajos de Kahlo y Rivera en Moscú. Dos cuadros de Rivera, así como "La Mesa herida" desaparecieron, junto con trabajos de otros artistas. No estaban con el resto de la colección cuando fue devuelta a México. En 1996 o 1997, el curador Christor Burrus dijo que había visto los tres cuadros perdidos en un almacén que podría pertenecer al Museo Pushkin de Moscú. La historiadora de arte Raquel Tibol se enteró del descubrimiento de Burrus y avisó a los medios de comunicación y al gobierno de México. Un representante del Museo Pushkin admitió el tener una de las obras de Rivera ("Victoria gloriosa") desde 1958 pero no hizo comentarios acerca de las otras dos. El director del Instituto Nacional de Bellas Artes de México contactó al Museo Pushkin solicitando la devolución, pero no obtuvieron respuesta.

Contrariamente a la teoría del "cuadro robado", en una entrevista de 1950 Kahlo dijo que "Lo he dado [el cuadro "La mesa herida"] al museo en Moscú" (nota del traductor: esta frase ha sido traducida de la versión traducida al inglés del libro, ignoro las palabras literales de Frida Kahlo)

37. La Máscara
1945 


Muchos de los autorretratos de Frida sugieren que la cara que muestra en el cuadro es de hecho, solo una máscara detrás de la cual se esconden sus auténticos sentimientos. En este cuadro, se invierten los papeles; una máscara de papel mache muestra los sentimientos que la cara de Frida no quiere revelar. Aquí, Frida se esconde detrás de una máscara llorosa con pelo púrpura, la cual expresa sus sentimientos de locura…la Frida real nos mira a través de agujeros donde deberían estar los ojos de la máscara.









38. Autorretrato
1948


Este es el segundo autorretrato de Frida, en el cual aparece vistiendo el tradicional tocado Tehuana, el cual Diego amaba tanto. En este retrato, el volante de encaje del cuello se cierra y la hace aparecer atrapada. Está vestida con demasiada ropa y su cara parece una máscara. Los contornos de su cara se ven llenos y ásperos y sus facciones endurecidas. Su típico mostacho la hace parecer más masculina. Los años de dolor se han cobrado sus deudas, como muestran las tres lágrimas rodando en sus mejillas, como las lágrimas de la Virgen de los Dolores.

Este cuadro fue encargado por el dentista y amigo de Frida Dr. Samuel Fastlicht. En una carta de enero de 1948 al Dr. Fastlicht, Frida se disculpa por tardar tanto en completar el cuadro, debido a su mala condición física y el daño que le está produciendo. Frida escribe: "Este estado de ánimo se refleja en mi autorretrato", una obvia referencia a las lágrimas en sus ojos. Continua diciendo: "Quizás no te gustará en absoluto…Me gusta, porque es la expresión exacta de mis emociones…" Le dice que ahora sus cuadros se están vendiendo por $3.000, pero porque ha sido tan amable con ella, se lo venderá por solo $2.500…y él se puede quedar con $500 como pago por el reciente trabajo dental que realizó en ella. Años más tarde, el Dr. Fastlicht siguió tratando profesionalmente a Frida, y ella le pagó por sus servicios con dos Naturalezas Muertas, con inscripciones dedicadas personalmente a él.

39. Congreso de los Pueblos por la Paz
1952 


Hacia el final de su vida, Frida pintó algunos cuadros desde la cama, y como resultado de todos los fuertes analgésicos y otros medicamentos, la calidad de su arte sufrió. Aquí, en esta pintura y otras del mismo periodo, podemos ver que no usa las precisas pinceladas y detalle que ella usó en el pasado. En 1952, Viena celebró el "Congreso de los pueblos por la paz" y artistas plásticos mexicanos, incluyendo Frida, crearon trabajos en homenaje al Congreso. Igual que con otras pinturas, Frida usó un fondo de noche y día, una batalla perpetua entre la luz y la oscuridad en la cultura azteca. En el medio de ambas está la paloma de la paz como un símbolo de esperanza; las palabras parecen ser parte de las raíces del árbol, una característica que previamente uso en su retrato "Naturaleza Viva" del mismo año.

40. Cuatro Habitantes en la Ciudad de México

1938

En este cuadro, una pequeña niña India, vestida con un traje típico de Tehuana, aparece con un grupo de caracteres basados en artefactos que los Rivera poseían. Algunos dicen que la pequeña es Frida, pero la niña no tiene la típica única ceja de Frida. Ella podría simbolizar la herencia India dentro de Frida. El grupo incluye un Judas, un ídolo pre-colombino, un esqueleto de arcilla y un hombre de paja a lomos de un burro. Todos están incluidos en una plaza que se hallaba cerca de su casa en Coyoacán. En la lejanía, los edificios desolados que rodean la plaza incluyen "La Rosita", un bar donde Frida y sus estudiantes de arte pintaron murales en los años 40 y 50. "La plaza está vacía," Frida dijo, "porque demasiada revolución ha dejado a México vacío”. El Judas representa el estereotipo del macho. Su enorme talla y el peto azul lo identifican con Diego, que en un punto de su vida tenía un Judas prácticamente idéntico al lado de su caballete. Al lado del Judas está su opuesto, un pasivo ídolo femenino embarazado. El esqueleto es un actor que aparece a menudo en el drama que es el arte de Frida, ya que la muerte siempre estuvo presente dentro de ella. Frida dijo que éste era "muy alegre, una broma", pero a una niña pequeña como la del cuadro no le hubiera parecido divertido. Detrás del esqueleto, el hombre de paja en el burro captura la fragilidad de la vida mexicana. Frida lo pintó, dijo, "porque él es débil y al mismo tiempo tiene tanta elegancia y es tan fácil de destruir" Sentada en el suelo, chupándose el dedo y agarrando su falda, la niña parece perdida y abandonada. Ninguno de los 4 habitantes le presta atención. Está conectada a ellos solo a través de las sombras en el suelo. Este es el único cuadro de Kahlo en donde se ven sombras.

En noviembre de 1938, este cuadro se mostró en la primera exposición de Kahlo en solitario en la Galería Julien Levy de Nueva York. Se mostró con el título: "The Square is Theirs" (La plaza les pertenece).

Este cuadro se subastó en Sotheby's, New York, en Mayo de 1996. Se vendió por $882.500.

41. Autorretrato con el Retrato de Diego en el Pecho y María Entre las Cejas
1954


Después de 1951, Frida sufría dolores tan fuertes que ya no era capaz de trabajar sin tomar sedantes…a veces con alcohol. Su medicación, cada vez más fuerte, podría ser la razón de que sus pinceladas cada vez eran menos precisas, las capas de pintura más gruesa, en contraste con el preciso detalle de sus cuadros anteriores.

Este es el último autorretrato de Frida. En este autorretrato, Frida se pintó como una mujer joven con un retrato de Diego en su pecho y una cara que parece Jesucristo en el sol. Como prueba de que nunca perdió su sentido del humor, pintó un retrato de la actriz Maria Félix en su frente (María Félix fue una de las amantes de Diego). Uno de sus perros también está representado en el cuadro, con una actitud tierna y protectora.



42. Autorretrato con collar
1933 
Mientras aún estaba en Detroit, Frida lentamente superó la infelicidad que siguió a su aborto y volvió a pintar de nuevo. En este autorretrato, así como en muchos otros, Frida lleva una pieza de joyería pre-colombina. Este collar, parte de su numerosa colección, esta compuesto de cuentas de jade. En el cuadro aparece fresca y atractiva y expresa una gran confianza en si misma que no se ve en sus autorretratos anteriores. Por primera vez Frida aparece en un autorretrato con la sombra de un bigote

Este retrato fue comprado a principios de 1938 por el actor americano Edward G. Robinson.




43. El Difuntito Dimas
1937 


Durante los primeros años de la carrera pictórica de Frida, a veces pintó retratos de niños. En México, es una tradición el recordar a un niño fallecido a través de un retrato, una tradición que se remonta al siglo XVI, en tiempos coloniales.

El sujeto de este cuadro es un niño fallecido de tres años, el hijo de Delfina, una mujer indígena de Ixtapalapa que a menudo posaba para Diego. Cuando el niño fue bautizado, Rivera fue elegido como el padrino. El niño se puso gravemente enfermo y la familia insistió en que el niño fuera tratado SÓLO por curanderos en lugar de doctores médicos. A pesar de todos los esfuerzos de Diego para que un doctor médico tratara al niño, la familia se resistió y al final el niño murió. La inscripción en la parte inferior del cuadro reza: " El fallecido Dimas Rosas a los tres años - 1937".

El niño fallecido está vestido en honor de San José, el santo patrón de Nueva España y está rodeado de flores, una de las cuales es el Cempasúchil, una flor típica en el Día de los Muertos en México. Una pintura sagrada popular de Cristo, "Nuestro Señor de la columna" descansa en su almohada.

No está claro por qué la pintura no se entregó a la madre del niño fallecido como recuerdo. La pintura primero se exhibió en New York en 1938, en la galería surrealista de Julián Levy, bajo el título "Vestido para el Paraíso". Fue adquirido por Somerset Maugham. En 1943, la pintura se exhibió en el Museo de Arte de Filadelfia bajo el título "El niño rey". Cuando Maugham se enteró de que la pintura era de un niño muerto, le devolvió la pintura a Frida. Frida entonces se lo dio a su único coleccionista mexicano, Eduardo Morillo Safa, quien más tarde se lo dio a Dolores Olmedo, y ahora se muestra en su museo, el Museo Dolores Olmedo en la ciudad de México.

44. Niña Sentada con Pato
1928 

No está claro quién es la niña en este retrato brillantemente coloreado. Podría ser una amiga de la familia o quizás la misma Frida ya que el estilo del pelo y la pose es como la de una foto de la niñez tomada por su padre. Los colores escogidos son visualmente deslumbrantes así como la luz llenando es espacio y el pelo de la niña.

45. Autorretrato Muy Fea
1933

Este fue un intento de Frida de crear un fresco, el tipo de pinturas creadas por su esposo Diego Rivera. Este fresco está muy dañado y las inscripciones están incompletas. Ha sido montado en una tabla de masonita para preservarlo.



46. Retrato de la Familia de Frida
(1950 - 1954) 

Este cuadro se empezó en los años 40 pero nunca se acabó. Frida trabajó regularmente en este retrato del árbol de familia durante una larga estancia en el hospital en 1950 y continuó trabajando en él hasta su muerte en 1954. Cuando su hermana mayor, Matilde, murió en 1951, Frida paró de trabajar en esta pintura y empezó a trabajar en una nueva pintura "Retrato de mi padre"

En la parte de arriba del cuadro están sus abuelos y en el centro están sus padres. En la fila inferior, en el centro, está Frida. A su derecha están sus hermanas mayores, Matilde y Adriana. A su izquierda están su hermana menor, Cristina. Las tres figuras sin acabar a la izquierda de Cristina son un misterio. Algunos historiadores de arte dicen que las dos figuras inacabadas más grandes son los hijos de Cristina, Isolda y Antonio. Otros creen que eran las hermanastras de Frida, María Luisa y Margarita, hijas de un matrimonio anterior de Guillermo Kahlo. La figura esbozada enfrente de ellas no es identificable pero podría ser el hermano mayor de Frida que murió unos pocos días después de nacer. El feto al lado de Frida podría ser simbólico de los hijos que nunca pudo tener. La pintura quedó inacabada en el momento de su muerte.

47. Dos desnudos en un bosque o La tierra misma o Mi nana y yo


La selva, en definitiva, le ofrece a Frida refugio y, a la vez, representa el constante fluir de la vida y el concepto de la muerte como tránsito hacia otra forma de existencia, una concepción proveniente de las culturas precolombinas que recoge Andrea Ketenmann:

"También la concepción de la vida y la muerte como dependientes la una de la otra está contenida en la filosofía del equilibrio basada en esta mitología india. En numerosos cuadros aparece la vida como eterno circular de la naturaleza simbolizada mediante plantas. Parte de este círculo, de este ciclo vital, representado en la mitología azteca mediante la diosa Coatlicue, es la muerte. Coatlicue es el principio y el fin de todas las cosas, contiene la vida y la muerte, da y quita por igual. Por eso la muerte, en la vieja acepción mexicana, significa también renacimiento y vida. Así, en el autorretrato Pensando en la muerte [ver reproducción más abajo], la muerte está representada ante un fondo de ramas con espinas. Con este símbolo de la mitología prehispana alude la pintora al renacer que sigue a la muerte."

48. Autorretrato con Pelo Rizado
1935

En el verano de 1934, Frida se enteró de que Diego estaba teniendo una aventura con su hermana menor, Cristina. Frida quedo emocionalmente devastada por la aventura y se separó de Diego, Durante ese año Frida no produjo ninguna obra. Al año siguiente solo produjo dos cuadros, ambos un reflejo de su ira por la aventura de Diego. En esta pintura, se pintó con pelo corto y rizado, probablemente como un desdén a Diego, al cual le gustaba mucho su larga y flotante melena.

Este cuadro se subastó en Christie's en Nueva York en Noviembre del 2003. Se vendió por $1.351.500. El precio incluía una segunda obra, un esbozo para un segundo retrato que estaba en la parte trasera del cuadro.







49. La Adelita, Pancho Villa y Frida
1927 

Después de recuperase del casi fatal accidente de autobús, Frida volvió de nuevo con sus antiguos compañeros de escuela. Empezó a involucrarse con política, siguiendo ideas revolucionarias y redescubriendo sus raíces mexicanas. Con este estilo primitivo cubista que utilizaba en esta etapa, Frida se pintó en el centro de este cuadro, con un retrato del líder revolucionario Pancho Villa. A cada lado de Frida hay dos fotos de diferentes estilos y temas. A su derecha hay un convoy de revolucionarios Zapatistas y sus mujeres soldados "Adelitas", cruzando el valle de México. En el fondo está el famoso volcán mexicano Popocatpetl. A su izquierda hay una vista moderna abstracta a través de una estructura arquitectónica a través de un suelo de azulejos. En este retrato parece estar combinando ambas ideas, la Revolución y el Mexicanismo. Usa una canción popular, "La Adelita" como parte del título para este retrato. "Adelita" es una joven mujer que marcha con las tropas siguiendo a su amado.

El tema de esta pintura fue influenciada por el "estridentismo", por entonces un reciente movimiento en México cuya idea era desarrollar conciencia social y expresar rebelión contra el sistema. Aunque el movimiento era principalmente una tendencia literaria, pronto se coló en la pintura. Los artistas que abrazaron el movimiento del "estridentismo" a menudo se reunían en cafés de la ciudad para discutir sus ideas. Este retrato pretendía mostrar una de estas reuniones del grupo.

Antes de empezar este retrato, Frida hizo un esbozo a lápiz. El esbozo era mucho más detallado y complejo y muy diferente de la pintura que seguiría. La mayor parte de los miembros del grupo no aparecen en el retrato. Solo uno, un hombre sin cara, aparece en el retrato con Frida. Estas diferencias podrían significar que la pintura es un trabajo inacabado.


50. Si Adelita o las cachuchas
1927 

"Los Cachuchas" eran un grupo político de jóvenes al cual Frida se unió mientras iba a la escuela en la Escuela Nacional Preparatoria. Escogieron ese nombre debido a las gorras de pico que llevaban. Frida pintó a varios de los miembros del grupo en este retrato junto con símbolos relacionados con sus intereses. De izquierda a derecha están Alejandro Gómez Arias, novio de Frida y líder del grupo, con una bomba en sus manos. A continuación está Miguel N. Lira, con un molinete en su mano; Frida le dio el apodo de "Chong Lee" debido a su amor por la poesía china, A continuación está el autor Octavio Bustamante cuyo libro, "Invitación al dancing" se muestra arriba (en la parte izquierda). Luego aparece Frida, cuyo autorretrato todavía muestra influencia europea. Sentado al lado de Frida está el compositor Angel Salas, cuyo símbolo es una partitura (arriba a la derecha). En la esquina inferior derecha hay una porción de la pintura "Retrato de Ruth Quintanilla" que Frida pintó en 1927. Y, finalmente, la dama dando la espalda al espectador es Carmen Jaime, la otra mujer en el grupo. El resto de símbolos en el retrato representan los diversos intereses de los miembros del grupo.

Los personajes en el cuadro son personas de verdad y demuestra la habilidad de Kahlo de capturar su aspecto. El estilo de la pintura es en la cubista versión de Frida, un estilo popular en esos años.

El titulo alternativo de este retrato: "Si Adelita…", son las primeras palabras de una canción popular mexicana. ("Si Adelita se fuera con otro/la seguiría por tierra y por mar/si por mar en un buque de guerra/si por tierra en un tren militar")

Un sacerdote en Mexico, que proclama ser el ejecutor del estado de Miguel Lira, alega que Frida no es la autora de esta pintura. El alega que tiene pruebas bien documentadas de que Lira enseñó a Kahlo a pintar en estilo "cubista" y que este retrato fue pintado por Lira y Kahlo tan solo lo firmó. Parientes de Lira contradicen estas alegaciones diciendo que Lira no tan sólo sabía pintar. El sacerdote planea publicar un libro con toda la información en 2007 llamado "Frida confiesa" en el cual expondrá la real verdad sobre Frida Kahlo.


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